Consejos para mantener la seguridad de los niños en verano
En verano, sobre todo en julio y agosto, aumenta mucho el número de accidentes y lesiones. ¿Cómo proteger a su hijo de las lesiones?
Durante las vacaciones de verano, los niños y adolescentes pasan mucho más tiempo en diversas actividades de ocio y deportivas sin la presencia y atención de sus padres. Esto hace que aumente el número de lesiones sufridas en parques infantiles, parques de patinaje, caídas de bicicletas y patinetes, juegos de fútbol, baloncesto y otras actividades físicas.
Combinado con la imprudencia y la falta de conocimiento de los niños, cualquiera de estas actividades puede ser muy peligrosa, por lo que se recomienda a los padres que recuerden regularmente a sus hijos y adolescentes las precauciones de seguridad que deben tomar para evitar que la diversión del verano se convierta en una desgracia. Es importante no asustar, sino explicar.
¿Cómo proteger a su hijo de las lesiones?
Los niños son diferentes, por lo que se anima a las familias a hablar de temas de seguridad y explicarles la importancia de, por ejemplo, no nadar solos, ya sea de niños o adolescentes o cuando lleguen a la edad adulta. En cuanto al ABC de la seguridad, es el mismo para todos.
En las zonas de baño
No deje a los niños más pequeños sin vigilancia si hay una masa de agua cerca, aunque sólo sea una pequeña piscina en el patio trasero. Los niños pueden jugar en el agua con juguetes hinchables si un adulto está en el agua entre la orilla y la profundidad. Si un niño está en el agua con una profundidad superior a la de la cintura, debe estar vigilado en todo momento. No deje que su hijo nade solo y explíquele por qué es peligroso hacerlo sin la supervisión de un adulto. Proporcione a su hijo un chaleco de natación.
Hable con los adolescentes de que está prohibido saltar al agua desde un trampolín, pasarela, puente u otra posición elevada; incluso en una zona de baño conocida, el lecho puede haber cambiado durante el invierno y un salto imprudente al agua podría provocar lesiones permanentes. Recuerda que está prohibido nadar detrás de las boyas y que las zonas de baño más seguras son las oficiales: las que tienen socorristas de guardia.
Al ir en bicicleta, en patinete o en patines
Recuerde a los adolescentes y asegúrese de que los niños lleven siempre el equipo de seguridad: protectores de cabeza, brazos y rodillas. Hable de los peligros de llevar auriculares, que pueden impedir que escuchen las señales de tráfico, distraerlos y poner en peligro su vida. Recuérdeles la importancia de estar alerta, evaluar los obstáculos a tiempo y respetar a los demás usuarios de la vía, no hacer maniobras bruscas, mantener las dos manos en el manillar, utilizar los carriles bici y respetar las normas de circulación.
En las camas elásticas y los parques infantiles
Explique a los niños que es peligroso hacer trucos y saltos mortales en una cama elástica. Antes de saltar en un trampolín, es importante asegurarse de que su hijo no lleva joyas alrededor del cuello o ropa con cuerdas que puedan engancharse y causar un riesgo adicional de lesión. Si alguien está saltando en una cama elástica, no debe arrastrarse por debajo, ya que esto puede causar fácilmente una conmoción cerebral.
Del mismo modo, no deben estar varios niños en la cama elástica al mismo tiempo y es esencial despejar la cama elástica de pelotas y otros objetos antes de saltar. Explique y vigile que los niños no se comporten de forma atrevida en las zonas de juego, ni se lesionen a sí mismos o a los demás cayendo de las alturas, saltando de los columpios o siendo golpeados por éstos.
Con el calor y el sol
Para evitar el sobreesfuerzo en el calor del verano, provea a su hijo de ropa ligera y no sintética que no favorezca la transpiración. Además, recuérdele que debe llevar una prenda ligera para cubrirse la cabeza y que debe tomar agua con regularidad si tiene previsto pasar el día bajo el sol y el calor. No obstante, si se observan los primeros signos de sobrecalentamiento (náuseas, debilidad, desmayo, dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardíaca), es aconsejable colocar a la víctima a la sombra o en un lugar más fresco, medio tumbada, y quitarle la ropa de abrigo o ajustada.
Se recomienda aplicar compresas frescas y húmedas en la frente y el pecho o limpiar la frente, el cuello y el pecho con agua fría. En caso de sobrecalentamiento al sol, hay que entrar lentamente en el agua para evitar cambios rápidos de la temperatura corporal, que pueden provocar calambres musculares o alteraciones del corazón y la circulación. Comente con sus hijos adolescentes los principios para tomar el sol con seguridad y mantenga a los niños pequeños especialmente alejados del sol.
Al tratar heridas y quemaduras
Enseñe a los adolescentes a tratar las heridas leves -utilizar vendas, desinfectantes o aclarar la herida con agua-, pero no intente solucionar por sí mismo las lesiones más complejas. En el caso de las picaduras de insectos, aplique material frío en el lugar de la picadura.
En el caso de quemaduras o escaldaduras, el lugar de la quemadura debe mantenerse bajo agua corriente fría. Si hay ropa en la zona quemada, no hay que quitarla; el agua debe correr directamente sobre la ropa. No se debe utilizar ninguna pomada por sí sola. Si la quemadura es mayor que el tamaño de la mano del niño, hay que llamar a una ambulancia.
En casa
Recuerde a su hijo que no debe dejar la sartén o el cazo sin vigilancia mientras cocina y que debe ir a otra habitación para jugar al ordenador o llamar a un amigo. Si la olla se incendia, intente apagar el fuego y apagar las llamas poniendo una tapa, un paño grueso o una manta ignífuga sobre la olla.
Hay que decirle al niño que no corra ni camine mientras come, ya que esto aumenta el riesgo de asfixia. Hay que prestar atención a los peligros de los productos químicos y medicamentos de uso doméstico y a su disponibilidad en el hogar.
Recordar el uso seguro de los aparatos eléctricos: no utilizar un aparato eléctrico que esté visiblemente dañado (un cable cortado, grietas, un enchufe que se mueve, etc.). También hay que enseñar a los niños a no acercarse a los armarios, cables y otros objetos de alta tensión, y a no intentar salvar a alguien en apuros, sino a pedir ayuda.