La "mexicanización" del crimen organizado amenaza la paz en Francia
Francia enfrenta una crisis por la expansión del narcotráfico. El ministro del Interior advierte sobre el riesgo de "mexicanización" tras varios incidentes violentos en ciudades antes pacíficas. La violencia afecta a víctimas cada vez más jóvenes, con tiroteos y reyertas.
El nuevo ministro conservador del Interior francés ha declarado la guerra a las bandas de narcotraficantes y ha advertido de que el país corre el riesgo de convertirse en un narcoestado «mexicanizado» tras la muerte de un joven de 15 años en una reyerta multitudinaria y un tiroteo entre traficantes rivales en Poitiers.
Bruno Retailleau hizo estas declaraciones durante una visita a Rennes (Bretaña), donde un niño de cinco años resultó gravemente herido tras ser alcanzado en la cabeza por una bala perdida a finales del mes pasado.
Apenas 24 horas después de que el ministro abandonara la ciudad, un joven de 19 años murió el sábado en un apuñalamiento en el barrio de Maurepas de Rennes, conocido por el tráfico de drogas, según la policía. Esa misma noche, un hombre de 29 años resultó gravemente herido al recibir cinco puñaladas en el centro de la ciudad.
Los tiroteos entre bandas de narcotraficantes rivales, antes asociados principalmente a Marsella, se han hecho frecuentes en Grenoble y ahora parecen extenderse a otras ciudades de provincia antes pacíficas, como Poitiers, Clermont-Ferrand, Valence y Villeurbanne.
Las víctimas y los autores son cada vez más jóvenes. En un tiroteo y reyerta callejera multitudinaria en Poitiers el jueves por la noche, un chico de 15 años murió al recibir un disparo en la cabeza y otras cuatro personas, entre ellas dos adolescentes, resultaron gravemente heridas.
«Comenzó con un tiroteo en un restaurante y terminó con una pelea entre bandas rivales en la que participaron varios centenares de personas», declaró Retailleau. «No hay duda de que estaba relacionado con las drogas».
«Los narcos [narcotraficantes] de hoy no tienen límites», dijo el ministro. «Esto no ocurre en Sudamérica, sino en Rennes, en Poitiers, en zonas del oeste de Francia que antaño gozaban de una reputación de paz y tranquilidad. La elección que tenemos hoy es entre la movilización general o la mexicanización del país».
El nuevo Gobierno formado por Michel Barnier, primer ministro conservador y antiguo negociador del Brexit para la UE, está sometido a una creciente presión para actuar a medida que la escalada de la violencia de las bandas provoca una creciente indignación pública.
En Marsella se han producido 17 asesinatos relacionados con las drogas este año, que la policía cree que forman parte de una guerra territorial entre dos bandas rivales, una conocida como la Mafia DZ y otra que se hace llamar los Nuevos Negros.
El mes pasado, un chico de 14 años fue presuntamente contratado como sicario en la ciudad portuaria del Mediterráneo para llevar a cabo un asesinato por venganza contra un traficante de drogas encarcelado. Se le acusa de matar a tiros a un taxista que se negó a esperarle mientras buscaba a su objetivo.
Otro chico de 15 años, también presuntamente reclutado por el mismo convicto para prender fuego a la puerta de la casa de un traficante rival, fue asesinado antes de que pudiera hacerlo.